Más de 200 oficiales de varias agencias de aplicación de la ley están buscando al tirador acusado de disparar y matar a cinco personas, incluyendo a un niño de 9 años, en una casa en Cleveland, Texas, después de que los vecinos le pidieran que dejara de disparar su rifle al aire libre, informaron las autoridades el domingo.
Esos oficiales están yendo de puerta en puerta y pidiendo información a los miembros de la comunidad, mientras que las autoridades también están creando carteles en vallas publicitarias en español para informar a todos sobre la búsqueda, dijo el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, en una conferencia de prensa el domingo por la tarde.
Ahora también se ofrece una recompensa colectiva de 80,000 dólares por información que conduzca al arresto del sospechoso, anunció el agente especial a cargo de la FBI en Houston, James Smith, en la conferencia de prensa.
Francisco Oropesa, de 38 años, está acusado de matar a cuatro adultos y un niño de 9 años en una casa vecina el viernes por la noche en la ciudad de Cleveland, a unas 40 millas al noreste del centro de Houston. Los investigadores inicialmente comenzaron a rastrear a Oropesa usando su teléfono celular, pero dijeron que la pista se enfrió el sábado por la noche, y ahora podría estar en cualquier lugar.
«No tenemos ninguna pista en este momento sobre dónde podría estar y por eso hemos establecido esta recompensa, para que con suerte alguien allá afuera nos pueda llamar», dijo Smith en la conferencia de prensa del domingo.
«Les puedo garantizar que ha contactado a algunos de sus amigos», dijo Smith, añadiendo, «Solo no sabemos qué amigos son y eso es lo que necesitamos del público, cualquier tipo de información porque en este momento estamos llegando a callejones sin salida».
El niño de 9 años, Daniel Enrique Laso-Guzmán, fue disparado y asesinado. También lo fueron Sonia Argentina Gúzman, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, de 21 años; Julisa Molina Rivera, de 31 años, y José Jonathan Cásarez, de 18 años.
Los cinco fueron disparados «casi al estilo de una ejecución», por encima del cuello a quemarropa, dijo el sheriff.
Cinco personas más que estaban en la casa durante la matanza no resultaron heridas, dijo Capers. Tres niños fueron encontrados cubiertos de sangre y fueron llevados a un hospital, pero no estaban heridos.
Las autoridades creen que dos mujeres murieron mientras usaban sus cuerpos para proteger a los niños que sobrevivieron.
«Los tres niños… estaban cubiertos de sangre de las mismas mujeres que estaban sobre ellos tratando de protegerlos», dijo el sheriff el domingo. Esos niños ahora están a salvo y con su familia, agregó.
