del terrorismo. El tema había causado una tensión significativa entre los dos países y paralizado el proceso de membresía de Suecia en la OTAN. Sin embargo, las conversaciones entre Erdoğan y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en Vilna llevaron a un anuncio sorprendente que resolvió el estancamiento.
Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, que supervisó las negociaciones, hizo el anuncio en una conferencia de prensa. Expresó su satisfacción diciendo: «Me complace anunciar… que el presidente Erdoğan ha aceptado remitir el protocolo de adhesión de Suecia a la gran asamblea nacional lo antes posible y trabajar estrechamente con la asamblea para asegurar la ratificación.» Esta noticia fue recibida con entusiasmo por el primer ministro Kristersson, quien la describió como un «gran paso» y un hito importante hacia la membresía de Suecia en la OTAN.
Si bien el acuerdo marca un avance significativo, el calendario exacto para la integración de Suecia en la OTAN sigue siendo incierto. Stoltenberg evitó proporcionar una fecha específica, pero enfatizó que Erdoğan se comprometió a impulsar la ratificación en el parlamento turco «lo antes posible». Sin embargo, cabe señalar que el proceso parlamentario de Turquía para ratificar la membresía de Finlandia en la OTAN tomó dos semanas. Además, también se requiere la aprobación de Hungría, aunque el gobierno del primer ministro Viktor Orbán ha asegurado que no será el último en otorgar su consentimiento, lo que indica una decisión rápida.
La noticia de la inminente membresía de Suecia en la OTAN fue rápidamente bienvenida por los principales líderes mundiales. El presidente Joe Biden, quien participó en discusiones de último minuto con Erdoğan durante su vuelo a Europa, expresó su disposición para colaborar con Turquía en el fortalecimiento de la defensa y la disuasión en el área euroatlántica. También anticipó con entusiasmo la bienvenida al primer ministro Kristersson y a Suecia como el 32º miembro de la alianza, al tiempo que elogió al secretario general Stoltenberg por su liderazgo. El primer ministro británico también expresó su entusiasmo, tuiteando: «Este es un momento histórico para la OTAN que nos hace más seguros a todos. Suecia, esperamos darte la bienvenida a la Alianza.» La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, describió el desarrollo como una buena noticia y celebró los esfuerzos conjuntos que llevaron a la ratificación por parte de Turquía de la membresía de Suecia en la OTAN.
El acuerdo alcanzado durante las conversaciones trilaterales entre la OTAN, Turquía y Suecia destacó el compromiso de ambos países de trabajar estrechamente en la coordinación de la lucha contra el terrorismo y fortalecer los lazos comerciales bilaterales. La declaración conjunta emitida después de las discusiones también indicó que Suecia apoyaría activamente los esfuerzos para revitalizar el proceso de adhesión de Turquía a la UE, incluyendo iniciativas como la modernización de la Unión Aduanera UE-Turquía y la facilitación de la liberalización de visados. Además, Estocolmo tranquilizó a Ankara de que no apoyaría a «organizaciones terroristas» y expresó su intención de establecer un nuevo mecanismo de seguridad bilateral entre Turquía y Suecia.
Curiosamente, el avance ocurrió después de que Erdoğan pausara sus conversaciones con Stoltenberg y Kristersson para mantener una reunión paralela con Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo. Michel describió el encuentro como una «buena reunión» y enfatizó la exploración de oportunidades para reactivar la cooperación UE-Turquía y mejorar las relaciones bilaterales. Sin embargo, aunque los miembros de la UE reconocieron el resultado positivo de las discusiones, seguían existiendo dudas persistentes sobre el compromiso de Turquía con las reformas democráticas y el estado de derecho. El vicecanciller alemán Olaf Scholz subrayó que la membresía de Suecia en la OTAN y la adhesión de Turquía a la UE deben ser vistas como cuestiones separadas, afirmando que Suecia cumple con todos los requisitos para ser miembro de la OTAN.
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El camino de Suecia hacia la membresía en la OTAN enfrentó importantes obstáculos debido a las objeciones de Turquía desde el año pasado. Inicialmente, parecía que tanto Suecia como Finlandia se unirían a la OTAN juntas, ya que presentaron solicitudes de membresía simultáneas. La membresía de Finlandia en la OTAN fue aceptada sin objeciones por parte de Turquía, pero Suecia encontró dificultades cuando Erdoğan argumentó que el país no había hecho lo suficiente para frenar las actividades separatistas kurdas que ocurrían dentro de sus fronteras. Este retroceso motivó a Suecia a tomar medidas y demostrar su compromiso de abordar las preocupaciones de Turquía. En mayo, los legisladores suecos aprobaron una ley para reforzar las leyes antiterroristas del país, lo que indicó su determinación de tomar medidas enérgicas contra los miembros exiliados del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), los grupos de milicias kurdas y la organización Fetö dirigida por el clérigo exiliado Fethullah Gülen.
La membresía de Suecia en la OTAN tiene implicaciones geopolíticas más amplias, especialmente a la luz de los eventos recientes y las tensiones en la región. El deseo de unirse a la OTAN proviene de las preocupaciones de Suecia sobre la invasión rusa de Ucrania, lo que provocó una reevaluación de la postura de no alineación militar del país. Al buscar seguridad dentro de la alianza de la OTAN, Suecia tiene como objetivo mejorar sus capacidades de defensa y consolidar su posición como un contribuyente confiable y activo a la seguridad regional y global. Además, la membresía en la OTAN le brinda a Suecia una plataforma para colaborar más estrechamente con otros estados miembros y facilita la planificación y las operaciones conjuntas de defensa.
La perspectiva de la adhesión de Suecia a la OTAN presenta oportunidades y desafíos para la alianza también. Refuerza la presencia de la OTAN en el norte de Europa y fortalece sus capacidades de defensa colectiva en la región del Báltico. La participación de Suecia contribuiría a la postura general de disuasión y defensa de la OTAN, mejorando la estabilidad y la seguridad en la región. Sin embargo, también requiere un mayor esfuerzo de coordinación e integración entre los estados miembros para garantizar una cooperación militar efectiva y una alineación estratégica.
En conclusión, el camino de Suecia hacia la membresía en la OTAN ha alcanzado un hito significativo con la decisión de Turquía de dejar de lado su veto y recomendar la solicitud de Suecia para su ratificación. Este avance, logrado después de intensas negociaciones, marca la resolución de un estancamiento que duró un año y allana el camino para que Suecia se una a la OTAN. Aunque el calendario exacto sigue siendo incierto, la respuesta positiva de los líderes mundiales y el compromiso de fortalecer la coordinación contra el terrorismo y los lazos comerciales bilaterales entre Turquía y Suecia auguran un buen futuro. La membresía de Suecia en la OTAN tiene una importancia estratégica tanto para el país como para la alianza, ya que proporciona mayores oportunidades de seguridad y cooperación en un paisaje geopolítico en constante evolución.